p. 347 Podemos afirmar incluso que el trabajo, lejos de ser el origen y la causa de la propiedad, resulta ser, en realidad, el efecto y la consecuencia de la propiedad. El trabajo, como realidad que verdaderamente puede llamarse así, es decir, como realidad social, definida y sostenida, no precede a la propiedad, sino que es posterior a ella. Es la propiedad lo que hace posible el trabajo. Para...