La inclinación natural al fin propio constituye la participación de la ley eterna en el hombre, según el modo común a todas las criaturas de esta participación. El conocimiento natural de los principios de la razón práctica, constituye el modo específico, y añadido al anterior, en que se da en el hombre esa participación; y es este conocimiento lo que cabe entender como ley natural en el homb...