p. 176 en sentido estricto y radical, no es posible amar a otro, ni deleitarse en el bien ajeno. El amor a sí mismo es el amor primero y natural – necesario–, y es la raíz y la forma del amor a los demás. El amor a cualquier otro surge como proyección y expansión del amor propio, y consiste en amar al otro con el amor a sí mismo, es decir, en incluir al otro en el amor propio, que, de esta mane...