p. 112 La ley es un acto de la razón, pero no es sólo acto de la razón. Considerada en su integridad, la ley procede de la razón y de la voluntad del legislador115. La ley es también un acto de la voluntad porque, respecto de toda ley concreta, ni su existencia como ley, ni el contenido preciso de ella, es algo que posea necesidad lógica. Por racional que sea, la ley no es una pauta de conducta...