p. 27 El liberalismo –señala Gobetti– separa radicalmente moral y política porque utiliza como único criterio identificador la coercibilidad: es político aquello que puede ser impuesto; es moral aquello que no puede ser objeto de imposición. De este modo, la moral queda privatizada, despolitizada, y la política queda desmoralizada; de tal manera, que la "virtud política" se convierte en una exp...