RESUMEN:
Por el HÁBITO de la virtud se confiere el último complemento de bondad al ACTO de virtud, a saber, que el irascible y el concupiscible sigan sin dificultad el orden del la razón.


TEXTUAL:
ARTÍCULO IV : En cuarto lugar se pregunta si el irascible y el concupiscible pueden ser sujeto de virtud

Y parece que no porque:

2. Además, los hábitos y los actos son de la misma potencia. Pero EL ACTO PRINCIPAL DE LA VIRTUD ES LA ELECCIÓN, según el Filósofo en el libro de la Ética, la que no puede ser acto del irascible y del concupiscible. Por lo tanto, tampoco los hábitos de las virtudes pueden estar en el irascible y en el concupiscible.



2. A LO SEGUNDO se ha de decir que el acto de virtud no puede ser sólo del irascible o del concupiscible sin [la participación de] la razón como ya se sostuvo-. Con todo, lo más importante en el acto de virtud, a saber, la elección, pertenece a [la parte] racional, como también en cualquier operación es más importante la acción del agente que la pasión del que padece. En efecto, la razón impera al irascible y al concupiscible. Luego, no se afirma que la virtud está en el irascible o en el concupiscible como si por estas [potencias] se llevase a cabo enteramente el acto de virtud o su parte más importante; sino en cuanto a que POR EL HÁBITO DE VIRTUD SE CONFIERE EL ÚLTIMO COMPLEMENTO DE BONDAD AL ACTO DE VIRTUD, A SABER, QUE EL IRASCIBLE Y EL CONCUPISCIBLE SIGAN SIN DIFICULTAD EL ORDEN DE LA RAZÓN.





FUENTE:
DE AQUINO, Tomás: Cuestón disputada sobre la virtud (Libro) , , Ed.Eunsa, 08/2000 Pamplona IV


FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Cuestón disputada sobre la virtud Ed. Eunsa, Pamplona, 2000


CLAVES: Virtud > Por qué son hábitos