RESUMEN:
El signo de la virtud ya generada es el deleite o la tristeza que sobreviene a las operaciones. La intención de cualquier virtud moral es que alguien rectamente se halle en el deleite y en la tristeza


TEXTUAL:
II, 3, §165. Debe considerarse primero que, aunque la virtud realiza operaciones similares a las operaciones por las cuales fue generada, como se vio, sin embargo, la ejecución de estas operaciones difiere después de tener la virtud y antes de tenerla. Antes de tener la virtud se hace el hombre cierta violencia para obrar de este modo. Por eso, en tales operaciones se mezcla alguna tristeza. Después, una vez generado el hábito de la virtud, estas operaciones se hacen con deleite. Pues el hábito existe al modo de una naturaleza. Por eso, algo es deleitable, porque es conforme a alguien según su naturaleza



Dice que el signo del hábito ya generado, bueno o malo, se toma del deleite o la tristeza que sobreviene a las operaciones. Lo muestra por un ejemplo, pues el que goza por apartarse de los placeres corporales es templado, el que se entristece al respecto es intemperante porque hace lo que es conforme a su hábito. De modo similar, el que afronta los peligros con deleite, o al menos sin tristeza, es valeroso, (pues en especial en el acto de la virtud de la fortaleza basta con no entristecerse, como se dirá en el libro tercero). En cambio, el que con tristeza resiste los peligros es temeroso. Señala la causa de lo dicho: toda virtud moral es respecto de los placeres y tristezas.



De acuerdo a esto, ahora dice que la virtud moral es respecto a los placeres y tristezas porque la intención de cualquier virtud moral es que alguien rectamente se halle en el deleite y en la tristeza.





FUENTE:
DE AQUINO, Tomás: Comentario a la Ética a Nicómaco (Libro) , , Ed.EUNSA, 2001 Pamplona II, 3, §165


FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Comentario a la Ética a Nicómaco Ed. EUNSA, Pamplona, 3000 (2000)


CLAVES: Virtud > Estructura de la virtud > Señal de virtud: placer con que se obra