RESUMEN:
La prudencia es "un conocimiento de las cosas que deben desearse y rechazarse"; la templanza es "una represión del deseo de las cosas que deleitan temporalmente"; la fortaleza es "una firmeza de ánimo contra las cosas que temporalmente son molestas"; y la justicia, "que se difunde por las demás, es un amor de Dios y del prójimo", es decir, la que es la raíz común de toda ordenación a otro.



TEXTUAL:
Por lo que parece que la justicia particular no tiene materia especial

0b2. Más aún: dice Agustín, en el libro Octog. trium quaest. 36, que cuatro son las virtudes del alma por las que se vive espiritualmente en esta vida, a saber: prudencia, templanza, fortaleza y justicia; y dice que la cuarta es la justicia, que se difunde entre todas. Luego la justicia particular, que es una de las cuatro virtudes cardinales, no tiene materia específica.



Ad. 2. A la segunda hay que decir: Que, como se ha dicho anteriormente (1-2 q.61 a.3.4), las virtudes cardinales se consideran de dos maneras: por un lado, en cuanto que son virtudes especiales que tienen determinadas materias; por otro, en cuanto significan ciertos modos generales de la virtud; y en este sentido habla allí Agustín. Afirma [SAN AGUSTÍN, q.61: ML* 40,51.], ciertamente, que prudencia es "un conocimiento de las cosas que deben desearse y rechazarse"; la templanza es "una represión del deseo de las cosas que deleitan temporalmente"; la fortaleza es "una firmeza de ánimo contra las cosas que temporalmente son molestas"; y la justicia, "que se difunde por las demás, es un amor de Dios y del prójimo", es decir, la que es la raíz común de toda ordenación a otro.



[*] J. P. MIGNE, Patrologiae cursus completus. Series latina (París 1844-1864), 218 v. y 4 v. de índices.


FUENTE:
DE AQUINO, Tomás: Suma de Teología II-II (a), Ed.BAC, 1995 Madrid q.58, a.8, ob.2 y ad.2


FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Suma de Teología II-II (a) Ed. BAC, Madrid, 1995 (1271)


CLAVES: Virtud > Clasificación de virtudes > Según S. Agustín