RESUMEN:
Entre las virtudes cardinales, la prudencia es la única que es activa, en cuanto que su sujeto es la razón que construye o diseña la acción que al bien apetecido rectamente por la voluntad. Las demás virtudes son pasivas en el sentido que ajustan la reacción de la voluntad y de las demás pasiones a lo presentado por la razón.


COMENTARIO:
Entre las virtudes cardinales, la prudencia es la única que es activa, en cuanto que su sujeto es la razón que construye o diseña la acción que al bien apetecido rectamente por la voluntad. Las demás virtudes son pasivas en el sentido que ajustan la reacción de la voluntad y de las demás pasiones a lo presentado por la razón. Dentro de estas virtudes pasivas habría que distinguir las que recaen directamente sobre la voluntad de las que recaen sobre otras pasiones. Dentro de las primeras, está la justicia, porque el individuo, a causa de la individuación, está preparado para querer su bien propio, pero no el bien del prójimo: para colmar esta laguna es preciso un ajuste que incline a al voluntad a querer el bien del otro en cuanto que es otro, distinto del individuo agente.


FUENTE:
ABBA, Giuseppe: Felicidad, Vida Buena y Virtud (Libro) , , Ed.Eiunsa, 1992 Barcelona


FUENTE AMPLIADA:
ABBA, Giuseppe: Felicidad, Vida Buena y Virtud Ed. Eiunsa, Barcelona, 1992 (1989)


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