RESUMEN:
La vergüenza es temor a la humillación que deriva del que se conozcan las propias culpas. Pero a veces ocurre que también uno se puede avergonzar de cosas que en sí no son pecado, pero que son vistas con cierto desprecio por la gente, como la fealdad, la pobreza, etc. La materia de la vergüenza es propiamente sólo el pecado cometido en cuanto que puede ser conocido por los demás. La vergüenza es temor al oprobio.


TEXTUAL:
2. A la segunda hay que decir: Así como el honor, según vimos antes (q.63 a.3), si bien se da verdaderamente sólo en la virtud, considera, no obstante, cierta excelencia, así también el vituperio, aunque esencialmente se debe sólo a la culpa, considera también, al menos según la opinión de los hombres, cualquier defecto. Por eso hay quienes se avergüenzan de la pobreza, de la inferioridad, de la sujeción y de otras cosas semejantes.



3. A la tercera hay que decir: La vergüenza se ocupa de las obras virtuosas consideradas en sí mismas. Pero a veces, accidentalmente, el hombre puede avergonzarse de ellas, bien en cuanto que los hombres las consideran viciosas, bien en cuanto que el hombre, al practicar la virtud, rechaza la presunción o la simulación.


FUENTE:
Suma de Teología II-II, q.144, a.2, ad.2


FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Suma de Teología II-II (a) Ed. BAC, Madrid, 1995 (1271)


CLAVES: Templanza > Partes integrales > Vergüenza