RESUMEN:
La honestidad es una parte integral de la templanza, porque significa el esplendor que es fruto de la templanza, que resalta el carácter más humano del hombre en contraste con los demás animales, que son irracionales.


TEXTUAL:
¿Ha de considerarse la honestidad como parte de la templanza?



Solución. Hay que decir. Como dijimos antes (a.2), la honestidad es una belleza espiritual. Ahora bien: a lo bello se opone lo torpe. Por otra parte, las cosas contrarias se hacen resaltar mutuamente. Por tanto, la honestidad parece ser una parte especial de la templanza, k cual rechaza los placeres propios de los animales, que constituyen lo más torpe y deshonroso para el hombre. De ahí que el mismo nombre de templanza designe, de un modo preeminente, el bien propio de la razón, k cual tiene por objeto templar los malos instintos. En este sentido, pues, la honestidad, en cuanto que lleva consigo una especial ordenación hacia la templanza, se considera como parte de la misma, pero no subjetiva, como si fuera una virtud añadida, sino integral, como condición necesaria.



FUENTE:
Suma de Teología II-II, q.145, a.4


FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Suma de Teología II-II (a) Ed. BAC, Madrid, 1995 (1271)


CLAVES: Templanza > Partes integrales > Honestidad