RESUMEN:
«la neutralidad moral que implica el relativismo, abre la puerta para la más grave violencia e injusticia de las mayorías en contra de quienes se hallen en el lado opuesto»


TEXTUAL:
p.264

No obstante, el vaciamiento ético de la democracia, la neutralidad moral que implica el relativismo, abre la puerta para la más grave violencia e injusticia de las mayorías en contra de quienes se hallen en el lado opuesto. La condena de Jesús, la de Sócrates y tantos otros inocentes, lo ilustran.

Este es el primer y más grave problema que tiene esta doctrina. No es capaz de asegurar derechos universales e inviolables, o sea, absolutos, como son los derechos humanos, cuya relevancia ética y política se ha hecho tan patente en nuestro tiempo. No sólo es incapaz de asegurar estos derechos, sino que se ha podido invocar el relativismo en nuestros días para justificar la evitación de estos derechos y el conservadurismo en situaciones de postergación e injusticia. Un claro ejemplo de ello es el uso del relativismo cultural para legitimar, en algunas sociedades, el sexismo y prácticas aberrantes en contra de las mujeres, como la ablación femenina y las lapidaciones, entre otras [42]. Parece evidente, entonces, que la democracia requiere un núcleo ético no relativista para salvaguardar estos derechos fundamentales. (…)

42 Vid. V. MAQUIEIRA: Género, clase y etnia en los nuevos procesos de globalización, Madrid 1997.



FUENTE:
ARAOS SAN MARTÍN, Jaime: Relativismo, tolerancia y democracia en H. Kelsen, Ed., 2008


FUENTE AMPLIADA:
ARAOS SAN MARTÍN, Jaime: Relativismo, tolerancia y democracia en H. Kelsen Ed. , , 2008


CLAVES: Relativismo ético > Crítica al relativismo > Las mayorías no pueden ser la última instancia