RESUMEN:
El relativimo como fundamento de la democracia] implica la absolutización de la fuerza


TEXTUAL:
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[el relativimo como fundamento de la democracia] implica la absolutización de la fuerza. Esto ocurre porque Kelsen separa «absolutamente» la voluntad de toda verdad y racionalidad: la voluntad es mera expresión de deseos, emociones, sentimientos, es subjetividad incomunicable e irreducible a acuerdo intersubjetivo, salvo por la suma de las fuerzas en la voluntad general o en la voluntad de la mayoría.

La tesis de Kelsen viene a identificarse así con la de Hobbes: auctoritas non veritas facit legem. El poder, la fuerza más grande hace la ley y lo justo: no la razón ni la verdad. Pero la fuerza sin razón deviene violencia, y que esta fuerza lo sea de la mayoría no le quita su condición de violencia; antes bien, tal vez la agrava. Puede aplicarse aquí lo que dice Tomás de Aquino de la fuerza de la voluntad desligada de la luz de la inteligencia práctica, es decir de la prudentia: es como un caballo ciego que cuanto más fuerte y veloz sea más fuertemente se estrella contra las cosas que halla a su paso. En un orden como aquél el hecho sustituye al derecho. Más acertado que el pensamiento de Kelsen al respecto me parece el pensamiento de Habermas cuando, siguiendo a Kant, sostiene que las leyes y las decisiones políticas requieren una justificación que sólo pueden encontrar en la fuerza de la razón, una razón que se hace manifiesta en el debate de la opinión pública, donde aquélla opera como la fuerza coactiva de la no coacción [44].

El principio de la mayoría como fundamento de las decisiones políticas y fuente del derecho en la democracia debe ser defendido, pero no transformado en criterio único y absoluto, porque «es indiscutible que la mayoría no es infalible y que sus errores no afectan sólo a asuntos periféricos, sino que ponen en cuestión bienes fundamentales que dejan sin garantía la dignidad humana y los derechos del hombre, es decir, se derrumba la finalidad de la libertad, pues ni la esencia de los derechos humanos ni la de la libertad es evidente siempre para la mayoría. La historia del siglo XX ha demostrado dramáticamente que la mayoría es manipulable y fácil de seducir y que la libertad puede ser destruida en nombre de la libertad. (…) Si la mayoría tiene siempre razón –como ocurre en el caso de Pilatos–, el derecho tendrá que ser pisoteado. Entonces lo único que cuenta es el poder del más fuerte, que la mayoría sabe disponer a su favor»45. También es fuente del derecho y de las decisiones políticas un mínimo de verdad y de conocimiento del bien que el Estado ha de tomar de fuera, a saber, de la razón cultivada y custodiada por una filosofía independiente y de la razón moral de las tradiciones religiosas [46].

44 Cfr. J. HABERMAS: Historia y crítica de la opinión pública. La transformación estructural de la opinión pública. G. Gili, Barcelona 1981, 136ss.

45 J. RATZINGER: Verdad, valores, poder, 94-95.

46 Cfr. op. cit., 103-104.



FUENTE:
ARAOS SAN MARTÍN, Jaime: Relativismo, tolerancia y democracia en H. Kelsen, Ed., 2008


FUENTE AMPLIADA:
ARAOS SAN MARTÍN, Jaime: Relativismo, tolerancia y democracia en H. Kelsen Ed. , , 2008


CLAVES: Relativismo ético > Crítica al relativismo > La razón es reemplazada por la fuerza