RESUMEN:
El error de los infieles no prueba la inexistencia de la sindéresis, sino el error de la premisa menor, pues también ellos estiman que hay que hacer caso a lo que Dios dice, lo que ellos no creen es que lo haya dicho Dios realmente.


TEXTUAL:
Arg.2-. Además, los herejes no tienen, a veces, remordimiento alguno de su infidelidad; pero la infidelidad es pecado. Por tanto en ellos parece que esté extinguida la sindéresis, pues su misión es protestar del pecado.

Ad.2- Al segundo ha de decirse que la conciencia de los herejes no censura su infidelidad por el error que se produce en su razón superior, por el que sucede que no se aplica el juicio de la sindéresis a este caso particular. En lo universal, sin embargo, el juicio de la sindéresis permanece en ellos, pues juzga que es malo el no creer las cosas dichas por Dios. Yerran, sin embargo, según la razón superior en la medida en que no creen que esto fue dicho por Dios.



FUENTE:
DE AQUINO, Tomás: Opúsculos y cuestiones selectas, vol. 2, Ed.BAC, 2003 Madrid Cuestión sobre la sindéresis, ARTICULO 3 ¿Se extingue la sindéresis en algunos? [De Veritate, q.16]


FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Opúsculos y cuestiones selectas, vol. 2 Ed. BAC, Madrid, 2003


CLAVES: Razón práctica > Sindéresis > Infalibilidad de la sindéresis