RESUMEN:
Hay determinados bienes que por su generalidad son queridos en la misma medida que son conocidos, o dicho de otra manera, conocerlos es quererlos. O si se quiere, son conocidos en términos de fin.


TEXTUAL:
Toda la doctrina de los bienes humanos básicos se fundamenta en la tesis de Grisez de las inteligibilidades básicas, que según Grisez son conocidos natural y "prácticamente", esto es, como fines a conseguir mediante la acción. Grisez y los neoclásicos consideran que tales bienes son conocidos como fines con independencia de la voluntad. Sin embargo, si se considera la voluntad como el apetito racional orientado naturalmente al bien, y si se considera la elección como el apetito del bien reputado por la razón como el mayor en el momento de la elección, podemos decir que los llamados bienes básicos, que son principios del razonamiento práctico, son aquellos bienes que por su generalidad o universalidad no pueden no ser apetecidos. De ahí que tales bienes sean queridos en la misma medida que son conocidos, o dicho de otra manera, conocerlos es quererlos. O si se quiere: son conocidos en términos de fin. Por eso, yo pienso que no es necesario establecer como unos objetos propios de la razón práctica, como unas "inteligibilidades básicas" que son conocidas en términos de fin con independencia a las realidades que son conocidas especulativamente. Porque dichas realidades por su universalidad SÓLO PUEDEN SER CONOCIDAS por el hombre simultáneamente especulativa y prácticamente, porque no pueden ser conocidas y no ser queridas al mismo tiempo.


FUENTE:
POOLE, Diego: Pensamientos


FUENTE AMPLIADA:
FUENTE DETALLADA, Sin: Ed. , , 3000


CLAVES: Razón práctica > Primer principio de la razón práctica > Razón y voluntad