RESUMEN:
Para Grisez la bondad o maldad moral de la acción no depende de su orientaición o no hacia Dios, porque Dios es una realidad exterior a la acción. La perfecicción moral de la acción está en ella misma, esto es, cuando es íntegra prácticamente. Y, según Grisez, está orientada hacia un fin último genérico (el que cada uno se ponga), por eso el primer principio es amoral. Crítica mía: ver textual


TEXTUAL:
[Decir que el fundamento de la amoralidad del primer principio radica en la trascendencia del fin último del hombre sobre su propia acción, es una contradicción, porque si estamos hablando del primer principio de la razón práctica humana estamos hablando de un principio que está a su alcance o disposición, o que al menos ejerce una influencia sobre la acción, dándole una dirección. Lo que sucede es que el primer principio es el principio activador de la acción humana, y el pensar es también una acción humana. La diferencia clave está en que para los animales Dios actúa mediante la fuerza, a través de sus instintos, como empujando continua e inexorablemente; en cambio con los hombres actúa como llamando continua y suvamenete]. Esta trascendencia de la bondad del fin sobre la bondad de la acción moral, tiene su fundamento último metafísico en que el fin de la acción de cualquier criatura puede ser un fin para ella sólo por participar de la bondad divina. La bondad de Dios es la causa final última absolutamente, del mismo modo que el poder de Dios es la causa eficiente última absolutamente. (SUMMA CONTRA GENTILES 3, chs. 18- 19.) Está claro que la existencia de este fin no depende de la acción humana, y mucho menos puede ser identificado con la misma acción humana. Pero el bien y el mal moral son precisamente la íntima perfección o privación de la acción humana. Por lo tanto, el fin trasciende la moralidad y le suministra un fundamento extrínseco. Esta cuestión es de extraordinaria importancia en el tratamiento de Sto. Tomás sobre el fin del hombre. Aristóteles identifica el fin del hombre con la actividad virtuosa, (ETHICA NICOMACHEA bk. 1, 1098ª17) pero Sto. Tomás, a pesar de la influencia de Aristóteles, contempla el fin del hombre como la consecución de un bien. El bien en cuestión es Dios mismo, que trasciende completamente la actividad humana. Por lo tanto, para Sto. Tomás el fin tiene dos aspectos inseparables: lo que es alcanzado y el mismo alcanzarlo. Pero si tuviéramos que distinguir, el fin está más bien en lo que es alcanzado que en la acción de alcanzarlo. S. T. 1-2, qq. 1-5, esp. q. 2, a. 7


COMENTARIO:
Para Grisez la bondad o maldad moral de la acción no depende de su orientaición o no hacia Dios, porque Dios es una realidad exterior a la acción. La perfecicción moral de la acción está en ella misma, esto es, cuando es íntegra prácticamente.


FUENTE:
GRISEZ, BOYLE, FINNIS, : Practical Principles, Moral Truth and Ultimate End (Libro) American Journal of Jurisprudence, 32, Ed.American Journal of Jursisprudence, 1987 I.B


FUENTE AMPLIADA:
GRISEZ, BOYLE, FINNIS, AAVV: Practical Principles, Moral Truth and Ultimate End Ed. , , 3000


CLAVES: Razón práctica > Primer principio de la razón práctica > Fin último y principio de la razón práctica