RESUMEN:
El principio de la razón práctica no es el apetito del bien, sino el bien apetecido. Si el bien apetecido es verdadero bien, será un principio verdadero de la razón práctica. Si no, no. Lo que en el entendimiento es afirmación o negación, es en el apetito prosecución y fuga; y lo que en aquél es verdad o falsedad, es en éste bien y mal. Por eso, todo movimiento apetitivo, conforme con el entendimiento verdadero, es de suyo bueno; en cambio, todo movimiento apetitivo acorde con el entendimiento falso, es de suyo malo y pecado.


TEXTUAL:
Solución. Hay que decir: Según el Filósofo, en VI Ethic., lo que en el entendimiento es afirmación o negación, es en el apetito prosecución y fuga; y lo que en aquél es verdad o falsedad, es en éste bien y mal. Por eso, todo movimiento apetitivo, conforme con el entendimiento verdadero, es de suyo bueno; en cambio, todo movimiento apetitivo acorde con el entendimiento falso, es de suyo malo y pecado.


FUENTE:
DE AQUINO, Tomás: Suma de Teología II-II (a) (Libro) , , Ed.BAC, 1995 Madrid q.20, a.1, s.


FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Suma de Teología II-II (a) Ed. BAC, Madrid, 1995 (1271)


CLAVES: Razón práctica > Primer principio de la razón práctica