Razón práctica > Naturaleza de la razón práctica > Fin inclusivo y fin dominante
RESUMEN:
Abba hace una distinción entre fin inclusivo y fin dominante: fin incluisivo es la felicidad en el sentido de que es el resultado de componer los fragmentos irreducibles entre sí de felicidad al participar en los bhb. En cambio fin dominante es aquél en vista del cual se subordinan todos los demás, que tienen sólo razón de medio
Abba hace una distinción entre fin inclusivo y fin dominante: fin incluisivo es la felicidad en el sentido de que es el resultado de componer los fragmentos irreducibles entre sí de felicidad al participar en los bhb. En cambio fin dominante es aquél en vista del cual se subordinan todos los demás, que tienen sólo razón de medio
COMENTARIO:
-Fin inclusivo y fin dominante: la felicidad es un fin inclusivo, no dominante, en el sentido de que consta de la presencia de varios bienes perfectivos del hombre, irreductibles entre sí, todos importantes, todos originariamente buenos e interesantes de por sí. En cambio, fin dominante es el constituido por un único bien concreto, en función del cual se organizarían todos los otros, a título de fines subordinados o de medios. En el ámbito de la moral católica se ha dicho con frecuencia de que la contemplación amorosa de Dios, realizada con las meras facultades naturales de la vida terrenal, y más todavía en la otra vida, constituía un fin dominante, un fin último en el sentido de bien concreto y determinado que satisface con exclusividad el deseo de felicidad, y reduce todos los otros bienes a ser simples medios a su servicio. Dentro de esta perspectiva se dice también que el fin último sobrenatural sólo se diferencia del fin último natural en que aquél será un conocimiento mejor.
-?En la conducta humana la felicidad no es un objetivo concreto, que pueda constituir objeto de intención, sino la razón formal por la que pueden ser perseguidos objetivos concretos. Si de ella se dice que es el fin último no lo es porque constituya el último eslabón de una serie de fines concretos, sino porque constituye la razón última por la que es posible al hombre perseguirlos. Los objetivos concretos que son objeto de intención no constituyen, por tanto, medios para lograr la felicidad, sino modos concretos de realizarla en la vida humana? (p.72) ?El modelo de la verdadera felicidad para el hombre constituye una ideal que, en el curso de la vida humana, puede ser realizado sólo de forma fragmentaria, provisional y sucesiva, con matices individuales muy diversos. Sin embargo, tiene sentido mantener la verdadera felicidad como ideal, y más exactamente como idea reguladora, puesto que de este modo se posee la clave para descifrar el significado de la existencia humana, su fascinación, su carácter dramático; la vida humana puede ser tragedia, juego, sueño, precisamente porque está dominada por la idea reguladora de la felicidad? (p.73).
-Fin inclusivo y fin dominante: la felicidad es un fin inclusivo, no dominante, en el sentido de que consta de la presencia de varios bienes perfectivos del hombre, irreductibles entre sí, todos importantes, todos originariamente buenos e interesantes de por sí. En cambio, fin dominante es el constituido por un único bien concreto, en función del cual se organizarían todos los otros, a título de fines subordinados o de medios. En el ámbito de la moral católica se ha dicho con frecuencia de que la contemplación amorosa de Dios, realizada con las meras facultades naturales de la vida terrenal, y más todavía en la otra vida, constituía un fin dominante, un fin último en el sentido de bien concreto y determinado que satisface con exclusividad el deseo de felicidad, y reduce todos los otros bienes a ser simples medios a su servicio. Dentro de esta perspectiva se dice también que el fin último sobrenatural sólo se diferencia del fin último natural en que aquél será un conocimiento mejor.
-?En la conducta humana la felicidad no es un objetivo concreto, que pueda constituir objeto de intención, sino la razón formal por la que pueden ser perseguidos objetivos concretos. Si de ella se dice que es el fin último no lo es porque constituya el último eslabón de una serie de fines concretos, sino porque constituye la razón última por la que es posible al hombre perseguirlos. Los objetivos concretos que son objeto de intención no constituyen, por tanto, medios para lograr la felicidad, sino modos concretos de realizarla en la vida humana? (p.72) ?El modelo de la verdadera felicidad para el hombre constituye una ideal que, en el curso de la vida humana, puede ser realizado sólo de forma fragmentaria, provisional y sucesiva, con matices individuales muy diversos. Sin embargo, tiene sentido mantener la verdadera felicidad como ideal, y más exactamente como idea reguladora, puesto que de este modo se posee la clave para descifrar el significado de la existencia humana, su fascinación, su carácter dramático; la vida humana puede ser tragedia, juego, sueño, precisamente porque está dominada por la idea reguladora de la felicidad? (p.73).
FUENTE:
ABBA, Giuseppe: Felicidad, Vida Buena y Virtud (Libro) , , Ed.Eiunsa, 1992 Barcelona
ABBA, Giuseppe: Felicidad, Vida Buena y Virtud (Libro) , , Ed.Eiunsa, 1992 Barcelona
FUENTE AMPLIADA:
ABBA, Giuseppe: Felicidad, Vida Buena y Virtud Ed. Eiunsa, Barcelona, 1992 (1989)
ABBA, Giuseppe: Felicidad, Vida Buena y Virtud Ed. Eiunsa, Barcelona, 1992 (1989)
CLAVES: Razón práctica > Naturaleza de la razón práctica > Fin inclusivo y fin dominante
