Prudencia > Vicios opuestos > Precipitación
RESUMEN:
La precipitación está motivada principalmente porque el ímpetu de la pasión o de la voluntad no se atiene al dictamen de la recta razón, aunque también en parte es motivada por la temeridad, que consiste en despreciar, por soberbia, la regla directiva.
La precipitación está motivada principalmente porque el ímpetu de la pasión o de la voluntad no se atiene al dictamen de la recta razón, aunque también en parte es motivada por la temeridad, que consiste en despreciar, por soberbia, la regla directiva.
TEXTUAL:
2. A la segunda hay que decir: Decimos que se hacen con temeridad las obras que no van dirigidas por la razón. Esto puede suceder de dos maneras: o por el ímpetu de la voluntad o de la pasión, o por desprecio de la regla directiva, y esto es propio de la temeridad. Por eso parece que proviene de la soberbia, que rechaza la sumisión a una regla ajena. Pero la precipitación tiene relación con las dos cosas, y por eso está contenida en ella la temeridad, aunque la precipitación se refiera sobre todo al primero.
2. A la segunda hay que decir: Decimos que se hacen con temeridad las obras que no van dirigidas por la razón. Esto puede suceder de dos maneras: o por el ímpetu de la voluntad o de la pasión, o por desprecio de la regla directiva, y esto es propio de la temeridad. Por eso parece que proviene de la soberbia, que rechaza la sumisión a una regla ajena. Pero la precipitación tiene relación con las dos cosas, y por eso está contenida en ella la temeridad, aunque la precipitación se refiera sobre todo al primero.
FUENTE:
Suma de Teología II-II q.53, a.3, ad.2
Suma de Teología II-II q.53, a.3, ad.2
FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Suma de Teología II-II (a) Ed. BAC, Madrid, 1995 (1271)
DE AQUINO, Tomás: Suma de Teología II-II (a) Ed. BAC, Madrid, 1995 (1271)
CLAVES: Prudencia > Vicios opuestos > Precipitación