Prudencia > Vicios opuestos > Inconsideración
RESUMEN:
La falta de consideración de la realidad, es decir, la falta de indagación (acto de la razón) y del juicio subsiguiente a la misma (acto de la inteligencia), es causa de la falta de adecuación o rectitud del juicio por no adecuarse a la realidad. La recta razón, por lo tanto, presupone la atenta consideración, porque la recta razón es la adecuación de la mente a la realidad.
La falta de consideración de la realidad, es decir, la falta de indagación (acto de la razón) y del juicio subsiguiente a la misma (acto de la inteligencia), es causa de la falta de adecuación o rectitud del juicio por no adecuarse a la realidad. La recta razón, por lo tanto, presupone la atenta consideración, porque la recta razón es la adecuación de la mente a la realidad.
TEXTUAL:
¿Es la inconsideración pecado especial contenido en la imprudencia?
En cambio
está el testimonio de lo que leemos en la Escritura: Miren de frente tus ojos; tus párpados, derechos a lo que está ante ti (Prov 4,25). La inconsideración hace todo lo contrario. Por lo tanto, es pecado especial contenido en la imprudencia.
Solución.
Hay que decir: La consideración implica un acto del entendimiento que intuye la verdad. Ahora bien, igual que la indagación es propia de la razón, el juicio lo es de la inteligencia. Por eso, en el orden especulativo, se dice de la ciencia demostrativa que juzga, ya que por reducción a los primeros principios dictamina sobre la verdad de lo investigado; de ahí que la consideración pertenece sobre todo al juicio. Por eso mismo, la falta de juicio recto es propia del vicio de inconsideración cuando se produce por desprecio o por descuido en prestar atención a lo que reclama la rectitud adecuada del juicio. Resulta, pues, evidente que la falta de consideración es pecado.
2. A la segunda hay que decir: Toda la consideración de las cosas sometidas a la atención del consejo se ordenan a emitir un juicio recto; por eso, la consideración recibe su última perfección en el juicio. Esta es la razón por la que la inconsideración se opone sobremanera a la rectitud del juicio.
¿Es la inconsideración pecado especial contenido en la imprudencia?
En cambio
está el testimonio de lo que leemos en la Escritura: Miren de frente tus ojos; tus párpados, derechos a lo que está ante ti (Prov 4,25). La inconsideración hace todo lo contrario. Por lo tanto, es pecado especial contenido en la imprudencia.
Solución.
Hay que decir: La consideración implica un acto del entendimiento que intuye la verdad. Ahora bien, igual que la indagación es propia de la razón, el juicio lo es de la inteligencia. Por eso, en el orden especulativo, se dice de la ciencia demostrativa que juzga, ya que por reducción a los primeros principios dictamina sobre la verdad de lo investigado; de ahí que la consideración pertenece sobre todo al juicio. Por eso mismo, la falta de juicio recto es propia del vicio de inconsideración cuando se produce por desprecio o por descuido en prestar atención a lo que reclama la rectitud adecuada del juicio. Resulta, pues, evidente que la falta de consideración es pecado.
2. A la segunda hay que decir: Toda la consideración de las cosas sometidas a la atención del consejo se ordenan a emitir un juicio recto; por eso, la consideración recibe su última perfección en el juicio. Esta es la razón por la que la inconsideración se opone sobremanera a la rectitud del juicio.
FUENTE:
Suma de Teología II-II q.53, a.4,
Suma de Teología II-II q.53, a.4,
FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Suma de Teología II-II (a) Ed. BAC, Madrid, 1995 (1271)
DE AQUINO, Tomás: Suma de Teología II-II (a) Ed. BAC, Madrid, 1995 (1271)
CLAVES: Prudencia > Vicios opuestos > Inconsideración