RESUMEN:
La prudencia no sólo aconseja bien, sino que juzga igualmente bien e impera bien.


TEXTUAL:
3. A la tercera hay que decir: La prudencia no sólo aconseja bien, sino que juzga igualmente bien e impera bien. Y esto no es posible sin la remoción del impedimento de las pasiones que perturban el juicio y el imperio de la prudencia, para lo cual se requiere la virtud moral.


FUENTE:
Suma Teologica, I-II q.58, a.5, ad.3


FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Suma de Teología, I-II Ed. Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid, 1989


CLAVES: Prudencia > Relación y diferencia con las virtudes morales > Se requieren para aconsejar bien