RESUMEN:
El conocimiento prudencial es el conocimiento de los medios concretos para alcanzar el fin.


TEXTUAL:
En cambio está el testimonio de lo que enseña el Filósofo en VI Ethic. 17: La prudencia no trata sólo de lo universal, sino que debe conocer también lo singular.



Solución. Hay que decir: Como queda expuesto (a.1 ad 3), corresponde a la prudencia no solamente la consideración racional, sino también la aplicación a la obra, que es el fin principal de la razón práctica. Ahora bien, nadie puede aplicar de forma adecuada una cosa a otra sin conocer ambas, es decir, lo aplicado y el sujeto al que se aplica. Las acciones, a su vez, se dan en los singulares, y por lo mismo es necesario que el prudente conozca no solamente los principios universales de la razón, sino también los objetos particulares sobre los cuales se va a desarrollar la acción.



FUENTE:
Suma de Teología II-II q.47, a.3, s.


FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Suma de Teología II-II (a) Ed. BAC, Madrid, 1995 (1271)


CLAVES: Prudencia > En qué consiste