RESUMEN:
La prudencia tiene a las virtudes morales como las guardianas de sus principios, el arte en cambio no las necesita, porque sus principios quedan completamente fuera del sujeto agente


TEXTUAL:
VI, 4 §837. (...) Respetar el juicio recto en los fines es propio de las virtudes morales. De ahí que la prudencia que se refiere a los bienes humanos, por necesidad, tenga anexas las virtudes morales como guardianas de sus principios, no así el arte que se refiere a los bienes exteriores. Pues, una vez que se adquiere un arte, todavía es requerida la virtud moral que rectifique su uso.



FUENTE:
DE AQUINO, Tomás: Comentario a la Ética a Nicómaco (Libro) , , Ed.EUNSA, 2001 Pamplona VI, 4 §837


FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Comentario a la Ética a Nicómaco Ed. EUNSA, Pamplona, 3000 (2000)


CLAVES: Prudencia > Diferencia con las demás virtudes intelectuales > Arte y prudencia