«Nosotros deberíamos emplear nuestra atención en las cosas serias [spoudaion], y no gastarla en las cosas sin importancia. Dios es por naturaleza [physei] el objeto de nuestros mejores esfuerzos; y el hombre ‑como hemos dicho antes– ha sido hecho como un juguete de Dios, y en verdad esto es lo más excelente que tenemos. Todos nosotros, hombres y mujeres, deberíamos aceptar esta condición, y gastar nuestras vidas en este más noble de los juegos.
»La mayoría de la gente considera que debemos prestar atención a nuestros serios trabajos por el bien del juego. Por tanto, la gente piensa que la guerra es un trabajo serio que debe realizarse para asegurar la paz. Sin embargo, la verdad es que en la guerra no encontramos, y nunca encontraremos, ni agrado [paidaia, que Finnis traduce también por play] ni educación [paideia], y ambas son precisamente las cosas que considero más serias en nuestra vida. Por esto, en tiempos de paz cada uno de nosotros debería emplear la mayor parte de su vida y vivirla del mejor modo posible. Éste es, entonces, el mejor camino: que cada uno gaste su vida desempeñando su propio papel [o jugando su propio juego] sacrificando, cantando y danzando, de tal manera que obtengamos el favor de los dioses y seamos capaces de resistir y vencer a nuestros enemigos cuando tengamos que luchar... [Así nosotros tenemos que educar a los que están bajo nuestro cuidado, de tal forma que ellos] vivan sus vidas como lo que son por naturaleza [physeos]: títeres en su mayor parte, a pesar de que también tengan un poco de realidad.
Megilius: Tú nos das una opinión muy pobre sobre la especie humana, forastero.
Ateniense: No te sorprendas, Megilius. Ten paciencia conmigo. Quien acaba de hablar estaba mirando y sintiendo a Dios mientras te hablaba.»[1]


[1] PLATÓN, Las Leyes, VII, 803b-c. Es sorprendente el hecho de que las traducciones castellanas de este pasaje de Platón sean tan distintas entre sí. Incluso la misma traducción que Fulvio di Blasi toma de otro autor para incluirla en la versión italiana Legge naturale e diritti naturali, es también muy distinta de la versión de Las leyes empleada por Finnis. Incluso él mismo añade a pie de página otra versión (diferente de la recogida en el texto principal) de la frase final de Ateniense: Bear with me. I had God before my mind´s eye, and felt myself to be what I have just said [como una Marioneta]. Trad. A.E. Taylor. Para la interpretación de este pasaje de Platón, Finnis se sirve de las consideraciones recogidas en RAHNER, Hugo,: Man and play, London, 1964, esp. pp. 19-25