Persona > Dignidad de la persona > Imagen de Dios
RESUMEN:
«El drama moral, la decisión por el bien o por el mal, comienza con la decisión de contemplar, o no, el rostro del otro»«La cara del otro se presenta con toda la carga de una llamada a mi libertad, para que lo acoja y me cuide de él, para que aprecie todo el valor que él encierra en sí mismo, y no en la medida en que pueda acomodarse a mi propio interés.»
«El drama moral, la decisión por el bien o por el mal, comienza con la decisión de contemplar, o no, el rostro del otro»«La cara del otro se presenta con toda la carga de una llamada a mi libertad, para que lo acoja y me cuide de él, para que aprecie todo el valor que él encierra en sí mismo, y no en la medida en que pueda acomodarse a mi propio interés.»
TEXTUAL:
p.61
§1 (...) El drama moral, la decisión por el bien o por el mal, comienza con la decisión de contemplar, o no, el rostro del otro. ¿Por qué hoy en día se rechaza casi unánimemente el infanticidio, mientras casi se ha perdido la sensibilidad ante al aborto? Quizá sólo porque en el aborto no se contempla el rostro de la criatura que jamás verá la luz. (...)
p.62
§2 La cara del otro se presenta con toda la carga de una llamada a mi libertad, para que lo acoja y me cuide de él, para que aprecie todo el valor que él encierra en sí mismo, y no en la medida en que pueda acomodarse a mi propio interés. La verdad moral, como verdad del valor único e irrepetible de la persona, formada a imagen de Dios, es una verdad cargada de exigencias para mi libertad. La decisión de mirarla de frente es la decisión de convertirme, de dejarme interpelar, de salir de mí y de dar espacio al otro. Por consiguiente, también la percepción del valor moral depende en buena parta de una decisión secreta de mi libertad, que acepta darse cuenta del hecho en sí mismo y, por tanto, abrirse a la provocación y cambiar de actitud.
p.61
§1 (...) El drama moral, la decisión por el bien o por el mal, comienza con la decisión de contemplar, o no, el rostro del otro. ¿Por qué hoy en día se rechaza casi unánimemente el infanticidio, mientras casi se ha perdido la sensibilidad ante al aborto? Quizá sólo porque en el aborto no se contempla el rostro de la criatura que jamás verá la luz. (...)
p.62
§2 La cara del otro se presenta con toda la carga de una llamada a mi libertad, para que lo acoja y me cuide de él, para que aprecie todo el valor que él encierra en sí mismo, y no en la medida en que pueda acomodarse a mi propio interés. La verdad moral, como verdad del valor único e irrepetible de la persona, formada a imagen de Dios, es una verdad cargada de exigencias para mi libertad. La decisión de mirarla de frente es la decisión de convertirme, de dejarme interpelar, de salir de mí y de dar espacio al otro. Por consiguiente, también la percepción del valor moral depende en buena parta de una decisión secreta de mi libertad, que acepta darse cuenta del hecho en sí mismo y, por tanto, abrirse a la provocación y cambiar de actitud.
FUENTE:
RATZINGER, Joseph: El cristiano en la crisis de Europa (Libro) , , Ed.EDICIONES CRISTIANDAD, 2005 Madrid EL DERECHO A LA VIDA Y EUROPA. III EL PUNTO DE VISTA DECISIVO
RATZINGER, Joseph: El cristiano en la crisis de Europa (Libro) , , Ed.EDICIONES CRISTIANDAD, 2005 Madrid EL DERECHO A LA VIDA Y EUROPA. III EL PUNTO DE VISTA DECISIVO
FUENTE AMPLIADA:
RATZINGER, Joseph: El cristiano en la crisis de Europa Ed. EDICIONES CRISTIANDAD, Madrid, 2005
RATZINGER, Joseph: El cristiano en la crisis de Europa Ed. EDICIONES CRISTIANDAD, Madrid, 2005
CLAVES: Persona > Dignidad de la persona > Imagen de Dios