RESUMEN:
Mediante la gracia del perón «Soy arrancado a mi aislamiento y acogido en una nueva comunidad-sujeto; mi «yo» es insertado en el «yo» de Cristo, uniéndose así al de todos mis hermanos».


TEXTUAL:
p.91 El perdón y su realización en mí, a través del camino de la penitencia y del seguimiento, es en primer lugar el centro, del todo personal, de cualquier renovación. Pero, puesto que el perdón concierne a la persona en su núcleo más íntimo, puede recoger en unidad y es también el centro de la renovación de la comunidad. Pues si me quitan el polvo y la suciedad que hacen irreconocible la imagen de Dios, entonces me hago realmente semejante al otro, que es también imagen de Dios, y sobre todo me hago semejante a Cristo, que es la imagen de Dios sin límite alguno, el modelo según el cual todos hemos sido creados. Pablo expresa este hecho de modo muy plástico: «la vieja imagen ha pasado, ha nacido una nueva» (2Cor 5,17); «ya no vivo yo, pues es Cristo quien vive en mí» (Gál 2,20). Se trata de un hecho de nacimiento y muerte. Soy arrancado a mi aislamiento y acogido en una nueva comunidad-sujeto; mi «yo» es insertado en el «yo» de Cristo, uniéndose así al de todos mis hermanos. Solamente a partir de esta profundidad de renovación del individuo nace la Iglesia, nace la comunidad que une y sostiene en la vida y en la muerte. Solamente cuando tomamos en consideración todo esto vemos a la Iglesia en su justo orden de grandeza.



FUENTE:
RATZINGER, Joseph: La Iglesia (Libro) , , Ed.San Pablo, 1992 Madrid 91


FUENTE AMPLIADA:
RATZINGER, Joseph: La Iglesia Ed. San Pablo, Madrid, 1992 (1991)


CLAVES: Perdón > Sacramento del perdón