RESUMEN:
Por el pecado mortal es como si se corropiera el propio cuerpo pesado, perdiendo peso o gravedad, en cambio por el pecado venial es como si se pusiera un obstáculo en el recorrido de ese peso


TEXTUAL:
§5 (...) Mas esto no se requiere en el pecado venial, porque en él permanecía la caridad; pero es necesario suprimir el impedimento mediante un fuerte impulso, que repugne al impedimento que le había sido puesto por delante como óbice venial: así como el impedimento que se presenta por corrupción de lo pesado, no puede desaparecer a no ser por una nueva generación del mismo; en cambio el impedimento que existiese por algún óbice puesto frente él desaparece por algún movimiento violento que remueve al óbice mismo.

(...)

§7 Y por esto es que el modo en que puede ser perdonado cada uno de ellos en la vida presente, aparece bastante manifiesto. Pero tratándose de la vida futura, el pecado mortal nunca puede ser perdonado en cuanto a la culpa: pues después de esta vida, el alma no es esencialmente modificada por una nueva infusión de gracia y caridad: y ni la culpa se disuelve, ni la pena es perdonada, como se ha dicho más atrás.



FUENTE:
DE AQUINO, Tomás: Cuestiones disputadas sobre el mal (Libro) , , Ed.Eunsa, 1997 Pamplona q.7 [Sobre el pecado venial], a.11 [Si los pecados veniales pueden ser perdonados depués de esta vida en el purgatorio], ob.11


FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Cuestiones disputadas sobre el mal Ed. Eunsa, Pamplona, 1997 (1268)


CLAVES: Pecado > Mortal y venial > Diferencia