p. 31: Entre los valores políticos, cabe destacar dos: la libertad y la igualdad. Como afirma Aristóteles, la vida política es la vida en común de libres e iguales. Pero la libertad y la igualdad políticas no son simplemente la proyección, la traslación al campo de lo político de la libertad y de la igualdad originarias, radicales u ontológicas del ser humano. Estos dos valores consisten en dos realizaciones políticas, en dos patrones prácticos que son posibilitados y definidos políticamente.
La igualdad que disfrutamos en la polis no nos viene dada inmediatamente con el mero hecho de ser humanos, sino que –como señala Hannah Arendt– "es el resultado de la organización humana, en tanto que resulta guiada por el principio de la justicia. No nacemos iguales; llegamos a ser iguales como miembros de un grupo por la fuerza de nuestra decisión de concedernos mutuamente derechos iguales"17. La igualdad política no es, sin más, el despliegue espontáneo y sin trabas de una igualdad originaria y nativa, sino una condición humana lograda por la polis, al ser ésta capaz de superar o, al menos, paliar las desigualdades que proceden de lo original y nativo. p. 31

p. 32: La igualdad política es una creación política para hacer posible, entre los que de hecho son desiguales, la participación más efectiva posible en la mejor forma de vida en común que podamos poner en práctica.