RESUMEN:
La obediencia es virtud especial en cuanto mira intencionadamente a la razón de precepto; y la desobediencia es vicio especial si lo hace despreciando el precepto. Por eso, el hombre que cumple los mandamientos, además de los actos de las demás virtudes, se ejercita en la obediencia porque también lo hace por cumplir la voluntad del que manda. En cambio si por obediencia se entiende la ejecución de cualquier acto que pueda estar mandado con preceptos, sin atender a la intención de quien los observa, entonces la obediencia será virtud general y no particular.


FUENTE:
Suma de Teología II-II q.104, a.2


FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Suma de Teología II-II (a) Ed. BAC, Madrid, 1995 (1271)


CLAVES: Obediencia