Muchos intérpretes de Santo Tomás consideran erróneamente que lo justo natural es consecuencia de la proyección sobre las cosas de las principios o leyes naturales.
La inclinación natural hacia un bien convertiría dicho objeto en lo justo natural, en el derecho natural. Por ejemplo, porque estoy inclinado hacia la conservación de la vida, serían derechos míos los alimentos necesarios para satisfacer esta inclinación. (así piensa por ejemplo los de la nota al pie nº 60). Carlos Ignacio Massini, El derecho, los derechos humanos y el valor del derecho, AbeledoPerrot, Buenos Aires, 1987, p. 212; Georges Kalinowski, Concepto, fundamento y concreción del derecho, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1982, p. 98.