Moral > Teleológica vs. ontológica > Síntesis que hacen los neoclásicos
RESUMEN:
En qué consiste una ética deontológica y otra teleológica, y en qué sentido los neoclásicos superan esta antítesis.
En qué consiste una ética deontológica y otra teleológica, y en qué sentido los neoclásicos superan esta antítesis.
TEXTUAL:
Igualmente algunos se preguntan si la teoría que defendemos es teleológica o deontológica. La respuesta es: ni una cosa ni la otra. A diferencia de las teorías teleológicas, la nuestra hace ver por qué existen normas morales absolutas (tratamos suficientemente esta materia en otros trabajos). Además, a diferencia de las teorías teleológicas, defendemos, con las deontológicas, que las elecciones libres moralmente buenas corresponden intrínsecamente al bien supremo de la persona humana [morally good free choices are intrinsic to the supreme good of human person]. Pero sería un error deducir por esto que nuestra teoría es deontológica.
Las teorías deontológicas consideran que la razón práctica o la voluntad son fuentes autónomas de moralidad. Excluyendo la determinación de los deseos naturales por considerarlos ajenos a la moralidad, algunas teorías ?la de Kant es la más famosa- tratan de derivar normas morales a partir de la libertad en sí misma y de sus condiciones necesarias. Desde esta perspectiva la realización de los deseos naturales humanos no tendría lugar en la definición de la voluntad moralmente buena. Otras teorías consideradas deontológicas tratan de fundar la moralidad en la voluntad libre de Dios, sobre la idea de que, siendo supremo, su única norma es Él mismo. Para estas teorías la bondad viene determinada por una arbitraria ley divina, y no por la divina sabiduría que dirige la humanidad hacia su plenitud.
En contra de las teorías deontológicas nosotros defendemos que las verdades morales dirigen las elecciones libres hacia acciones que tienden a satisfacer deseos naturales. Tales acciones ayudan a la realización de las personas como individuos y en comunidad. Contra las teorías teleológicas, sin embargo, mantenemos que algunos de esto deseos se refieren no sólo a logros alcanzados [por previas elecciones] sino también a realizaciones que se constituyen a través de las mismas elecciones moralmente buenas, incluyendo los compromisos mutuos [se refiere a los bienes reflexivos, que quedan en el sujeto agente como consecuencia del modo de efectuar sus propias elecciones].
Igualmente algunos se preguntan si la teoría que defendemos es teleológica o deontológica. La respuesta es: ni una cosa ni la otra. A diferencia de las teorías teleológicas, la nuestra hace ver por qué existen normas morales absolutas (tratamos suficientemente esta materia en otros trabajos). Además, a diferencia de las teorías teleológicas, defendemos, con las deontológicas, que las elecciones libres moralmente buenas corresponden intrínsecamente al bien supremo de la persona humana [morally good free choices are intrinsic to the supreme good of human person]. Pero sería un error deducir por esto que nuestra teoría es deontológica.
Las teorías deontológicas consideran que la razón práctica o la voluntad son fuentes autónomas de moralidad. Excluyendo la determinación de los deseos naturales por considerarlos ajenos a la moralidad, algunas teorías ?la de Kant es la más famosa- tratan de derivar normas morales a partir de la libertad en sí misma y de sus condiciones necesarias. Desde esta perspectiva la realización de los deseos naturales humanos no tendría lugar en la definición de la voluntad moralmente buena. Otras teorías consideradas deontológicas tratan de fundar la moralidad en la voluntad libre de Dios, sobre la idea de que, siendo supremo, su única norma es Él mismo. Para estas teorías la bondad viene determinada por una arbitraria ley divina, y no por la divina sabiduría que dirige la humanidad hacia su plenitud.
En contra de las teorías deontológicas nosotros defendemos que las verdades morales dirigen las elecciones libres hacia acciones que tienden a satisfacer deseos naturales. Tales acciones ayudan a la realización de las personas como individuos y en comunidad. Contra las teorías teleológicas, sin embargo, mantenemos que algunos de esto deseos se refieren no sólo a logros alcanzados [por previas elecciones] sino también a realizaciones que se constituyen a través de las mismas elecciones moralmente buenas, incluyendo los compromisos mutuos [se refiere a los bienes reflexivos, que quedan en el sujeto agente como consecuencia del modo de efectuar sus propias elecciones].
FUENTE:
GRISEZ, BOYLE, FINNIS, : Practical Principles, Moral Truth and Ultimate End (Libro) American Journal of Jurisprudence, 32, Ed.American Journal of Jursisprudence, 1987 I.B
GRISEZ, BOYLE, FINNIS, : Practical Principles, Moral Truth and Ultimate End (Libro) American Journal of Jurisprudence, 32, Ed.American Journal of Jursisprudence, 1987 I.B
FUENTE AMPLIADA:
GRISEZ, BOYLE, FINNIS, AAVV: Practical Principles, Moral Truth and Ultimate End Ed. , , 3000
GRISEZ, BOYLE, FINNIS, AAVV: Practical Principles, Moral Truth and Ultimate End Ed. , , 3000
CLAVES: Moral > Teleológica vs. ontológica > Síntesis que hacen los neoclásicos
