RESUMEN:
Mediante el carácter absoluto e incondicionado de las exigencias morales, tal y como se nos presentan en la propia experiencia, está Dios presente, pues el carácter absoluto e incondicionado sólo conviene a Dios.


COMENTARIO:
Mediante el carácter absoluto e incondicionado de las exigencias morales, tal y como se nos presentan en la propia experiencia, está Dios presente, pues el carácter absoluto e incondicionado sólo conviene a Dios.


FUENTE:
RODRÍGUEZ LUÑO, Angel: Ética general (Libro) , , Ed.Eunsa, 2001 Madrid


FUENTE AMPLIADA:
RODRÍGUEZ LUÑO, Angel: Ética general Ed. Eunsa, Madrid, 2001 (1991)


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