RESUMEN:
La libertad es la capacidad de la voluntad de elegir los medios que conducen al fin. Y puesto que lo que se elige es el bien útil, éste es el objeto propio de la elección, y por tanto, de la libertad. De este modo podemos decir que la elección es un acto de la voluntad por el cual ésta se inclina hacia un bien útil previamente deliberado, esto es, presentado por la razón como idóneo para conseguir un bien honesto o deleitable. La libertad no es sólo la facultad de comparar bienes a nuestro alcance, sino la de elegirlos, esto es la de INCLINARSE por uno más que por otro, y esto es propio de la voluntad, que tiende al fin y hacia todo aquello que se estima como más idóneo para conducir al fin. Así JUICIO LIBRE es lo mismo que JUICIO ELEGIDO, y no el juicio sin más.


TEXTUAL:
ARTICULO 6 ¿Es el libre albedrío la voluntad o una potencia distinta de la voluntad?

SOLUCIÓN

§ 3 Parece que el Filósofo, en Ethic. 6 [c.2 (1139b4)], no aclara si el elegir es acto de la razón o de la voluntad, suponiendo, no obstante, que es en cierto modo una virtud de ambas, al decir que la elección es propia del entendimiento apetitivo o del apetito intelectivo. PERO EN ETHIC. 3 [C.6 (1112A15)] DICE QUE ES APETITO, AFIRMANDO QUE LA ELECCIÓN ES EL DESEO DE LO YA DELIBERADO. Y que esto es cierto lo demuestra su mismo objeto, pues, así como el bien deleitable y el honesto, que tienen razón de fin, son objeto de la virtud apetitiva, también lo es el bien útil, el que propiamente se elige. Lo demuestra incluso hasta el nombre, puesto que el libre albedrío, como hemos dicho arriba (a.4), es una potencia mediante la cual el hombre puede juzgar libremente. Ahora bien, lo que se dice ser principio de un acto que se ha de hacer de modo cualificado, no es necesario que lo sea simplemente del acto, sino que se entiende serlo principalmente de su modo cualificado. Como cuando se dice que la gramática es la ciencia de hablar correctamente, no se entiende que sea simplemente principio de locución, pues sin gramática también puede hablar el hombre. Es, más bien, principio de la rectitud de la locución. Así tampoco se entiende que la potencia por la que juzgamos libremente sea aquella por la que juzgamos sin más, lo cual es cosa de la razón, sino por la que aporta la libertad en el juzgar [que es la inclinación o apetito], lo cual es propio de la voluntad. De donde el libre albedrío es la misma voluntad; pero no la nombra de un modo absoluto, sino por uno de sus actos, cual es el elegir.


COMENTARIO:
Lugares paralelos: In Sent. l.2, d.24, q.1 a.3; Summa 1, q.83, a.4


FUENTE:
DE AQUINO, Tomás: Opúsculos y cuestiones selectas, vol. 2, Ed.BAC, 2003 Madrid Cuestión del libre albedrío, art. 6 ¿Es el libre albedrío la voluntad o una potencia distinta de la voluntad?, (De Vertitate, q. 24)


FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Opúsculos y cuestiones selectas, vol. 2 Ed. BAC, Madrid, 2003


CLAVES: Libertad > Voluntad y libertad > La libertad es una potencia, no varias