RESUMEN:
«así como no juzgamos los principios examinándolos, sino que asentimos naturalmente a ellos, y examinamos todas las cosas a la luz de los mismos, tampoco sometemos el último fin a discusión o examen, sino que lo aprobamos de un modo natural y, por eso, respecto de él, no hay elección sino voluntad. Mostramos, pues, para con él, una voluntad libre, puesto que la necesidad natural de la inclinación al último fin no está reñida con la libertad»


TEXTUAL:
Arg. 20. El libre albedrío se opone a la necesidad. Pero la voluntad humana tiende necesariamente a objetos tales como la felicidad. Luego no goza de libertad para todas las cosas, lo cual equivale a decir que no tiene libre albedrío para todas ellas.

Ad 20. Dado que la elección es un cierto juicio sobre lo que ha de hacerse [quoddam iudicium de agendis], o sigue a un juicio, sólo puede ejercerse sobre aquello que cae bajo nuestro propio juicio. Ahora bien, el juicio sobre las cosas que hay que hacer se toma del fin, como se juzgan las conclusiones desde los principios. De ahí que, así como no juzgamos los principios examinándolos, sino que asentimos naturalmente a ellos, y examinamos todas las cosas a la luz de los mismos, tampoco sometemos el último fin a discusión o examen, sino que lo aprobamos de un modo natural y, por eso, respecto de él, no hay elección sino voluntad. Mostramos, pues, para con él, una voluntad libre, puesto que la necesidad natural de la inclinación al último fin no está reñida con la libertad, tal como Agustín se expresa en su De Civitate Dei, 5 [c.10]. Pero, hablando con propiedad, no poseemos sobre él juicio libre, pues no cae bajo la elección.



FUENTE:
DE AQUINO, Tomás: Opúsculos y cuestiones selectas, vol. 2 (Libro) , , Ed.BAC, 2003 Madrid Q. DEL LIBRE ALBEDRÍO, Art. 1 ¿Tiene el hombre libre albedrío? (De Veritate, q.24)


FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Opúsculos y cuestiones selectas, vol. 2 Ed. BAC, Madrid, 2003


CLAVES: Libertad > Necesidad y libertad > Inclinación natural a la felicidad y libertad