RESUMEN:
La doctrina sobre los consejos evangélicos ha sido suprimida en muchos tratados de moral, por considerarla algo propio de la vida religiosa. Este desplazamiento es debido, en parte, a que se ha tomado el Decálogo como el centro de la moral, en detrimento de las bienaventuranzas, con lo que se ha separado también la espiritualidad de la moral.


TEXTUAL:
La Ley evangélica y los consejos

p.235, §.2 La Ley evangélica implica una innovación que la hace única en su género. No se compone solamente de preceptos, como las otras leyes; a ellos se añaden los consejos, que se presentan como indicaciones preciosas proporcionadas a cada persona para ayudarla a progresar más eficaz y cómodamente hacia la perfección de la caridad y de la bienaventuranza prometida.



p.235, §4 (...) La concentración de la moral común en el Decálogo, y su separación de la espiritualidad, conducirán a reservar a los religiosos el ideal de vida según el Evangelio y la búsqueda de la perfección. Para realizar estas divisiones, se apoyarán en la distinción entre los preceptos y los consejos establecida por santo Tomás; pero no se darán cuenta de que se está abusando de ella al aplicarla en un contexto de pensamiento profundamente modificado: el de una moral de la ley y de las obligaciones, completamente incapaz de integrar el tratado de la Ley evangélica de santo Tomás (...).



FUENTE:
PINCKAERS, Servais: Las fuentes de la moral cristiana, Ed.Eunsa, 2000 Pamplona ¿Es cristiana la moral de Sto. Tomás?


FUENTE AMPLIADA:
PINCKAERS, Servais: Las fuentes de la moral cristiana Ed. Eunsa, Pamplona, 2000 (1985)


CLAVES: Ley nueva > Consejos evangélicos y ley nueva