RESUMEN:
La inclinación natural hacia el bien, que es inclinación hacia la propia realización, y se verifica en la solidaridad de los hombres entre sí y con el mismo Dios, funda el derecho a una educación moral, que permita dicha realización.


TEXTUAL:
La inclinación natural al bien y a la felicidad, que es englobante respecto de las otras inclinaciones, se expresa en el primer principio de la ley natural: «Bonum est faciendum, malum vitandum», que hemos explicado antes. Pero, dado que el bien se define como lo que causa el amor y el deseo, se pueden enlazar a esta inclinación los dos preceptos fundamentales del amor a Dios y al prójimo, que son los más profundamente naturales según santo Tomás, y resumen toda la Ley según el Evangelio. Ellos manifiestan bien la primacía de la inclinación y del atractivo por el bien. [El primer principio es el fin último en cuanto que causa el amor y el deseo de cualquier otro bien]

Aunque los términos «derecho» y «deber» no son perfectamente adecuados en este nivel, estos preceptos establecen para cada hombre un cierto derecho a ser educado en el bien, a la formación moral entendida del modo más amplio [un derecho a conocer los medios para la propia realización personal]. Cabe hablar incluso de un derecho a la felicidad, al afecto, al amor, a condición de complementarlo con los deberes correspondientes, ya que, en este plano, no podemos recibir si no sabemos dar.

La inclinación al bien será perfeccionada, ante todo, por la virtud de la justicia [que es la rectitud de la voluntad], entendida en el sentido general en el que rige las relaciones con Dios y con el prójimo. Podemos evocar aquí el sentido bíblico de la justicia, centrado en la relación con Dios, aun cuando santo Tomás considere que tiene un sentido metafórico. Esta justicia se desarrolla en la amistad fundada sobre la virtud, que establece entre los hombres las relaciones más libres y más personales. La caridad, definida precisamente como una amistad, que reúne indisociablemente el ágape divino y el amor al prójimo, será la perfección sobrenatural de la inclinación al bien. Como ésta, la caridad ejercerá su acción sobre el conjunto de las inclinaciones y de las virtudes.


FUENTE:
PINCKAERS, Servais: Las fuentes de la moral cristiana, Ed.Eunsa, 2000 Pamplona CAPÍTULO XVII LAS INCLINACIONES NATURALES EN EL ORIGEN DE LA LIBERTAD Y DE LA MORAL


FUENTE AMPLIADA:
PINCKAERS, Servais: Las fuentes de la moral cristiana Ed. Eunsa, Pamplona, 2000 (1985)


CLAVES: Ley natural > Inclinaciones naturales > Inclinación natural al bien