P. 115 La separación entre hechos y valores, entre una visión neutra y una visión valorativa de la realidad, es un artificio mental que supone dividir al sujeto en dos: un sujeto estático e indiferente, y un sujeto dinámico, dotado de deseos, de intereses, de pro­yección. Pero el sujeto que percibe la realidad es siempre el sujeto entero, el sujeto uno y único, que es sujeto de apetitos y tendencias, y por esto la realidad es inmediatamente percibida como cargada de valor, como algo que posee el carácter de apelación, de convocatoria y razón para actuar17

  1. Ramón Rodríguez, "Apelación, deber y ontología. Una consideración fenomenológica", en Lourdes Flamarique (ed.), Las raíces de la ética y el diálogo interdisciplinar, Biblioteca Nueva, Madrid, 2012, pp. 21, 24-26.