p. 55 La crítica comunitarista se dirige fundamentalmente contra la individualista antropología del liberalismo, y no tanto contra su modelo político. Frente al universalismo de un concepto del hombre como individuo abstracto, el comunitarismo representa una forma de particularismo, que considera al hombre arraigado e inserto en su concreta comunidad. Pero, al no ser ésta de naturaleza política, lo político continúa siendo algo que adviene con posterioridad al momento constitutivo de la identidad humana. Podríamos decir que lo político sigue llegando tarde, cuando ya el hombre ha sido existencialmente definido. Poco importa que esta definición sea individual o comunitaria: lo político –en la forma de Estado– sigue siendo instrumental, cambiando sólo el sujeto para el cual se levanta ese instrumento.
p. 56 El comunitarismo parece querer recuperar –frente al frío y abstracto racionalismo instrumentalista– el valor de lo emotivo, tradicional y biográfico, el papel de estos factores en la configuración del yo personal; pero lo hace de un modo que mantiene la racionalidad –y al Estado, como construcción racional– encerrada en el campo de lo instrumental. Lo racional no será lo único valioso y relevante, pero sigue consistiendo en lo que el liberalismo afirma.
p. 56 La propuesta comunitarista –según Amy Gutmann– consistiría en mantener el Estado liberal como una gran unión de muchas comunidades [Amy GUTMANN, "Communitarian Critics of Liberalism", Philosophy and Public Affairs, 1985, p. 321].