RESUMEN:
La ira es causa de pecados de pensamiento (indignación y desorden de la mente), de palabra (blasfemia, el clamor y el ultraje), y de obra (las riñas). Yo añadiría también la difamación y la calmunia, principalmente la difamación.


TEXTUAL:
RESPUESTA. Debe decirse, como ya se ha dicho más atrás, que vicio capital es aquel del que surgen otros vicios según la razón de causa final. Y de hecho sucede con frecuencia que muchas de las cosas que se hacen desordenadamente se ordenan al fin de la iracundia, es decir, tienen por objeto tomar venganza; y una vez hechas desordenadamente son ciertos pecados; y por eso, la ira es un vicio capital, y Gregorio [Morales, XXXI, c. 45, n.88] considera que tiene seis hijas, que son: la indignación, el desorden de la mente [el poner a parir al prójimo internamente], la blasfemia, el clamor, el ultraje, y la riña.

Y la razón de esto es que la ira puede ser considerada de tres modos: de un modo, en cuanto está en el pensamiento; de otro modo, en cuanto que está en la boca; y de un tercer modo, en la obra.

Ahora bien, según que está en el pensamiento, ciertamente surge de ella un vicio que tiene su causa en la injuria previamente sufrida: pues el daño producido no mueve a ira a no ser en cuanto es considerado bajo la razón de injusto: pues de este modo corresponde a él una venganza. Y cuanto más dependiente es una persona o está más sometida a otra, tanto más injusto es que se le produzca un daño; y por eso el irritado que considera que se le ha producido un daño, magnifica en su alma la injusticia, y por esto procede a vengarse contra la indignidad de la persona que produjo el daño, y esto es propiamente la indignación. Mas hay otro vicio que es causado por la ira que existe en el pensamiento de aquel que tiende a enojarse. Pues el enojado reflexiona sobre diversas vías y modos por los cuales puede vengarse, y por tales reflexiones se infla de algún modo su alma, según aquello de Job, XV, 2: "¿Acaso es propio del sabio llenar su vientre con ardor?", y así, de la ira surge el desorden de la mente.

También la ira se manifiesta al hablar, no sólo contra Dios, quien permite que le sea inferida una injuria [¿Dios permite la injuria contra el airado por la que éste se aira, o la injuria del airado contra Él?] -y de este modo, la ira es causa de la blasfemia sino también cuando el que la infiere atenta contra el prójimo: y de este nodo, son dos los grados de ira que son tratados en Mateo, V, 22. De ellos, uno es cuando alguien prorrumpe en palabras desordenadas sin expresión de ninguna injuria especial, como el que dijera a su hermano "Raca", que es la interjección del que se irrita, y así, de la ira surge el clamor, es decir, el habla desordenada y confusa que indica el movimiento le la ira. El otro grado de la ira es cuando alguien prorrumpe en palabras injuriosas, como aquel que dijera Fatuo a su hermano, a lo cual pertenece el ultraje.

Y en cuanto que la ira procede al obrar, de este modo son causadas las riñas, en las cuales se incluyen todas sus consecuencias: como las heridas, los homicidios y las demás cosas de este tipo.



FUENTE:
DE AQUINO, Tomás: Cuestiones disputadas sobre el mal (Libro) , , Ed.Eunsa, 1997 Pamplona q.12 [Sobre la ira], a.5 [Si la ira es un pecado pecado capital]


FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Cuestiones disputadas sobre el mal Ed. Eunsa, Pamplona, 1997 (1268)


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