RESUMEN:
La Iglesia va contracorriente, con independencia de las modas

TEXTUAL:
p.260

Card. Ratzinger: Hay mucho de verdadero en eso [en la consideración de la Iglesia como oposición a las fuerzas de este mundo]. El «anacronismo» de la Iglesia, que, por una parte, significa debilidad -se la empuja para que se aparte-, también puede ser su fortaleza. Los hombres tal vez piensen que, para luchar contra ideologías tan banales como las que ahora predominan en el mundo, se necesita una oposición, y que la Iglesia puede ser moderna siendo antimoderna, es decir, oponiéndose a lo que dicen todos. A la Iglesia le corresponde ejercer un papel de oposición profética, que debería tener el coraje de representar. En realidad, el coraje de la verdad es su gran fuerza, aunque esto al principio parezca que le hace daño, al quitarle popularidad y encerrarla en una especie de ghetto.

Pero yo no definiría el cometido de la Iglesia como el de una oposición, en general. Porque la Iglesia por su propia naturaleza siempre está llamada a desempeñar un papel constructivo. Siempre está colaborando de modo constructivo para que todo adquiera su mejor forma, la más justa.


FUENTE:
RATZINGER, Joseph: La sal de la tierra (Libro) , , Ed.Palabra, 2005 Madrid 260

FUENTE AMPLIADA:
RATZINGER, Joseph: La sal de la tierra Ed. Palabra, Madrid, 2005 (1996)

CLAVES: IGLESIA CATÓLICA > Luz del mundo > Signo de contradicción