RESUMEN:
«la esencia misma de Dios se une en cierto modo (directamente) a la inteligencia creada, de tal suerte que Dios puede ser visto en su esencia. En este fin último se verá lo que antes se creía de Dios, y también se poseerá como presente lo que se esperaba como distante.»


TEXTUAL:
CAPITULO 164 Dios será visto en su esencia, no por semejanza

§326. La inteligencia creada verá a Dios en su esencia, y no a través de una semejanza de la esencia de Dios. Por medio de una semejanza la cosa entendida puede estar presente al entendimiento a pesar de la distancia, como una piedra está presente a la vista por su imagen y alejada en su substancia. En cambio, como hemos demostrado (cap. 105), la esencia misma de Dios se une en cierto modo (directamente) a la inteligencia creada, de tal suerte que Dios puede ser visto en su esencia. En este fin último se verá lo que antes se creía de Dios, y también se poseerá como presente lo que se esperaba como distante. A esto es a lo que se llama comprensión (comprehensio), según estas palabras del Apóstol: «Pero yo sigo mi carrera por ver si alcanzo (comprehendam) aquello (para lo cual fui destinado por Jesucristo)» (Philp 3, 12). Estas palabras no deben ser entendidas en el sentido de que la comprensión implique la inclusión, sino la presencia y una especie de tensión hacia la cosa sobre la cual se ejerce.


FUENTE:
DE AQUINO, Tomás: Compendio de Teología (Libro) , , Ed.Rialp, 1980 Madrid Libro I: [Sobre la Fe]; Parte I: [Sobre Dios uno y Trino]; Tratado III: [Sobre las obras de Dios], Secc.2ª [Sobre el gobierno del mundo]


FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Compendio de Teología Ed. Rialp, Madrid, 1980 (1269)


CLAVES: Fin último del hombre > Bienaventuranza > En qué consiste