RESUMEN:
«Nuestro último fin consistirá, por tanto, en que nuestro entendimiento conozca de un modo más noble que cuando conoce conforme a su naturaleza, de forma que quede satisfecho su deseo natural de saber»


TEXTUAL:
CAPÍTULO 104 De la doble potencia, a qué responde en las cosas un doble entendimiento, y cuál es el fin intelectual de la criatura

§208. Es, en cambio, imposible que nosotros lleguemos a nuestro último fin con sólo que nuestro entendimiento sea reducido a acto, porque la virtud del entendimiento agente consiste en hacer inteligibles en acto los fantasmas que son inteligibles en potencia, según ya se ha demostrado (cap. 83); y como las imágenes (fantasmas) son adquiridas por los sentidos, nuestra inteligencia es actualizada por el entendimiento agente sólo respecto a las cosas inteligibles cuyo conocimiento podemos adquirir por las cosas sensibles. Es, pues, imposible que el fin último del hombre consista en semejante conocimiento porque, una vez conseguido el fin último, el deseo natural estaría satisfecho, y, sin embargo, cualesquiera que fueren las conquistas intelectuales que se hicieran en esta clase de conocimientos adquiridos por los sentidos [sabemos que] siempre subsiste el deseo natural de conocer cosas nuevas.

En efecto, hay muchas cosas fuera del alcance de los sentidos, de las cuales sólo podemos tener por medio de aquéllos nociones muy limitadas, como saber que existen, mas no qué son: porque las naturalezas (quidditates) de las cosas inmateriales son de otro género que las de las cosas sensibles, a las que exceden en toda proporción.

De donde se sigue que siempre existe el deseo natural de conocerlas más perfectamente. Y es imposible que un deseo natural sea vano.



§209. Nuestro último fin consistirá, por tanto, en que nuestro entendimiento conozca de un modo más noble que cuando conoce conforme a su naturaleza, de forma que quede satisfecho su deseo natural de saber. Este deseo es tal que, cuando conocemos el efecto, deseamos conocer la causa, y, cuando conocemos los detalles de cada cosa, no estamos satisfechos hasta que conocemos su esencia. El deseo natural que tenemos de saber no puede quedar satisfecho si no conocemos la primera causa, pero no de una manera cualquiera, sino por su esencia. Dios es la primera causa (capítulos 3, 68 ss.). Luego el fin último de la criatura intelectual es ver la esencia de Dios.



FUENTE:
CLAVES, Claves: claves (Libro) , , Ed., 2004 Libro I: [Sobre la Fe]; Parte I: [Sobre Dios uno y Trino]; Tratado III: [Sobre las obras de Dios], Secc.2ª [Sobre el gobierno del mundo]


FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Compendio de Teología Ed. Rialp, Madrid, 1980 (1269)


CLAVES: Fin último del hombre > Alcanzable en la vida mortal?