RESUMEN:
«Si uno se construye un chalet, pongamos por caso, le gusta que sea sólido. Y no se siente más libre si sabe que puede derribarlo sólo con dar un puntapié en la pared. Al contrario. Yo, en una casa así, me sentiría muy inquieta».


TEXTUAL:
Pues a mí me parece que eso tiene que ver poco con la libertad. Si uno se construye un chalet, pongamos por caso, le gusta que sea sólido. Y no se siente más libre si sabe que puede derribarlo sólo con dar un puntapié en la pared. Al contrario. Yo, en una casa así, me sentiría muy inquieta. Pensaría: “mira Conchi, más vale que te busques un pisito por ahí fuera, por si acaso un día, sin querer, se te escapa una patada a ti o al animal de Rodolfo”. Y con el matrimonio pasa algo parecido: si, en nombre de la libertad, las leyes me obligan a construirlo cada vez más frágil, tendré que tener algún amigo en reserva, por si acaso me falla el legítimo.

Mira que eres bruta, Conchi.


FUENTE:
MONASTERIO, Enrique: Pensar por libre, Ed.Palabra, 1996 Madrid p.163


FUENTE AMPLIADA:
MONASTERIO, Enrique: Pensar por libre Ed. Palabra, Madrid, 1996


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