RESUMEN:
«El esfuerzo forja la musculatura del cuerpo y la del alma: enseña a pensar, lubrica los complicados engranajes del cerebro para que se no se atasquen; entrena la memoria, que es una facultad muy importante, que sólo los tontos desprecian; crea hábitos, que facilitan la adquisición de nuevos conocimientos y ayuda a conservar los que ya se tienen».


TEXTUAL:
La experiencia nos dice que lo que se aprende sin esfuerzo, en realidad no se aprende. De ahí que esas técnicas de enseñanza que fomentan la pasividad del alumno hayan fracasado estruendosamente. El esfuerzo forja la musculatura del cuerpo y la del alma: enseña a pensar, lubrica los complicados engranajes del cerebro para que se no se atasquen; entrena la memoria, que es una facultad muy importante, que sólo los tontos desprecian; crea hábitos, que facilitan la adquisición de nuevos conocimientos y ayuda a conservar los que ya se tienen. El mundo está lleno de niños prodigio que con los años se convirtieron en memos, porque nadie les enseñó a esforzarse. Y ésa, a la larga, es la única asignatura que cuenta.

(...)

Los proyectos sencillos casi nunca valen la pena. No permitas que te digan: ¡ánimo, que es muy fácil! Para las cosas fáciles no es necesario que nos animen. ¡Ánimo, que es difícil! No existe un manual que enseñe a ser santos sin lucha, ni tampoco uno que sirva para aprender a esforzarse..., sin esfuerzo.


FUENTE:
MONASTERIO, Enrique: Pensar por libre, Ed.Palabra, 1996 Madrid p.114-115


FUENTE AMPLIADA:
MONASTERIO, Enrique: Pensar por libre Ed. Palabra, Madrid, 1996


CLAVES: Educación > Esfuerzo personal en la propia educación