RESUMEN:
«El sentido de culpa (...) es tan necesario para el hombre como el dolor físico en cuanto síntoma que permite reconocer las alteraciones de las funciones normales del organismo»


TEXTUAL:
p. 99 El sentido de culpa, que rompe una falsa serenidad de conciencia y que puede definirse como una protesta de la conciencia contra la existencia satisfecha de sí, es tan necesario para el hombre como el dolor físico en cuanto síntoma que permite reconocer las alteraciones de las funciones normales del organismo. El que ya no es capaz de percibir la culpa está espiritualmente enfermo, es «un cadáver viviente, una máscara de teatro», como dice Górres: «Son los monstruos, entre otros brutos, los que no tienen sentido alguno de culpa. Quizá estaban totalmente desprovisto de tal sentimiento Hitler, Himmler o Stalin. Quizá los capos de la mafia carecen de sentido de culpa, aunque probablemente oculten muchos cadáveres en los sótanos junto con los respectivos sentidos de culpa. Todos los hombres tienen necesidad de sentido de culpa» (*)

A. GORRES, Colpa e sensi di colpa, en Communio 77 (1984) 56-73.



p. 100 El que ya no es capaz de reconocer que matar es pecado ha caído más profundamente que el que todavía puede reconocer la malicia de su comportamiento, ya que se ha alejado más de la verdad y de la conversión. (...) En cambio el grito de la conciencia, que no da tregua al publicano, le hace capaz de verdad y de amor.



FUENTE:
RATZINGER, Joseph: La Iglesia (Libro) , , Ed.San Pablo, 1992 Madrid 99


FUENTE AMPLIADA:
RATZINGER, Joseph: La Iglesia Ed. San Pablo, Madrid, 1992 (1991)


CLAVES: Culpa > Sentir culpa es un bien