Contra Kant: No obramos por amor al deber, sino por amor al sumo bien, que es siempre personal

p. 101 . Lo que un enfermo desea y espera de sus amigos, no es que le visiten por deber, sino por amistad. El deber no es siempre la mejor motivación, pues obrar por deber lo que es bueno, lo conforme con el deber, puede arruinar, puede dejar sin sentido lo que se hace por ese motivo: tanto más, cuanto más explícito se haga que ése es el motivo
p. 102 No es posible cuidar de verdad a los propios hijos si esto se hace por deber, en lugar de hacerlo por amor a ellos mismos, por su bien, que es la razón de fondo para cuidarlos. La ley que manda cuidar a los hijos no es cumplida en rigor –no se hace verdaderamente lo que manda– si la misma ley es tomada como motivo para actuar conforme a ella