RESUMEN:
Lo absurdo de no querer hacer referencia a Dios y al cristianismo como raíces de Europa No es verdad que se ofenda a las otras religiones: es una verdad histórica, y ofende más a las otras religiones la hipocresía de lo que se oponen a toda referencia a Dios.


TEXTUAL:
p29

§2 En el curso del debate sobre el Preámbulo de la Constitución europea, esa contraposición se ha manifestado en dos puntos controvertidos: el tema de la referencia a Dios en la Constitución, y la mención de las raíces cristianas de Europa. Se afirma que podemos estar tranquilos, porque el artículo 52 de la Constitución garantiza los derechos institucionales de las Iglesias. Pero eso quiere decir que, en la vida de Europa, las Iglesias encuentran su puesto en el ámbito del compromiso político, mientras en el campo de los fundamentos de Europa, la impronta de su contenido no encuentra ningún espacio. Las razones que se aducen en el debate público para ese rotundo «no» son totalmente superficiales; y así resulta evidente que más que proponer los verdaderos motivos, se disfrazan. La afirmación de que mencionar las raíces cristianas de Europa hiere la sensibilidad de muchos no cristianos que viven en ella es poco convincente, pues se trata, sobre todo, de UNA REALIDAD HISTÓRICA que nadie puede negar seriamente. En buena lógica, esa referencia histórica implica también una referencia al presente, desde el momento en que, con la mención de las raíces, se indican las fuentes restantes de orientación moral que constituyen un factor de la identidad de esa formación que es Europa. ¿Quién podría sentirse ofendido? ¿Qué identidad se vería amenazada? Los musulmanes, a los que tantas veces y de tan buena gana se hace referencia en este aspecto, no se sentirán amenazados por nuestros fundamentos morales cristianos, sino por el cinismo de una cultura secularizada que niega sus propios principios básicos. Y tampoco nuestros conciudadanos hebreos se sentirán ofendidos por la referencia a las raíces cristianas de Europa, ya que estas raíces se remontan hasta el monte Sinaí. Los hebreos, que llevan la impronta de la voz que resonó en el monte de Dios, comparten con nosotros las orientaciones fundamentales que el Decálogo ofrece a la humanidad. Y lo mismo vale para la referencia a Dios. LO QUE REALMENTE PUEDE OFENDER A LOS MIEMBROS DE OTRAS RELIGIONES NO ES LA MENCIÓN DE DIOS, SINO MAS BIEN EL INTENTO DE CONSTRUIR LA COMUNIDAD HUMANA PRESCINDIENDO DE DIOS.



FUENTE:
RATZINGER, Joseph: El cristiano en la crisis de Europa (Libro) , , Ed.EDICIONES CRISTIANDAD, 2005 Madrid LA CRISIS DE LAS CULTURAS. I REFLEXIONES SOBRE CULTURAS QUE HOY SE CONTRAPONEN


FUENTE AMPLIADA:
RATZINGER, Joseph: El cristiano en la crisis de Europa Ed. EDICIONES CRISTIANDAD, Madrid, 2005


CLAVES: Constitución Europea > Referencia al cristianismo > Razones para referirse al cristianismo