RESUMEN:
Enseñar algo a alguien consiste en poner ese algo bajo la luz del entendimiento de ese alguien, para que lo ilumine y lo vea. Por eso la causa del conocer es en parte la luz que cada uno lleva dentro de sí.


TEXTUAL:
Respuesta a las objeciones: 1. A la primera hay que decir: Como acabamos de decir (sol.), el hombre que enseña ejerce únicamente un ministerio externo, lo mismo que el médico cuando sana. Pero como la naturaleza interna es la causa principal de la curación, así la luz interior del entendimiento es la causa principal de la ciencia. Ambas cosas proceden de Dios. Así como se dice de El: El que sana todas tus enfermedades (Sal 102,3), también se dice: El que enseña al hombre la ciencia (Sal 93,10), en cuanto que llevamos impresa en nosotros la luz de su rostro (Sal 4,7), por la que se nos manifiestan todas las cosas.

[y en ad.3 añade] 3. A la tercera hay que decir: El maestro no produce en el discípulo la luz intelectual; no produce tampoco directamente las especies inteligibles, sino que por la enseñanza mueve al discípulo para que él, por su propio entendimiento, forme las concepciones inteligibles, cuyos signos le propone exteriormente.


FUENTE:
Tomás de Aquino: Suma Teologica, I [trad. BAC Maior, 2001] q.117, a.2, ad.1


FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Suma de Teología, Parte Primera Ed. BAC, Madrid, 2001 (1273)


CLAVES: Conocimiento > Luz divina en nosotros > Enseñar algo es ponerlo a la luz de su razón