RESUMEN:
El nombre de entendimiento evoca un conocimiento íntimo. Entender significa algo como `leer dento`


TEXTUAL:
b. Del mismo nombre deduce Santo Tomás lo propio y específico de este don. Viene de intellectus, a su vez de intelligere, quasi intus legere, es decir, como leer interiormente. Significa, pues, por su mismo nombre, «un conocimiento que llega hasta lo íntimo de la cosa» (In Sent. 3 d.35 q.2 a.2 ad 1). Por lo tanto, al don de entendimiento corresponde penetrar en la verdad a la que asiente la fe (q.8 a.6 ad 2). Pero ¿cómo penetrar en las verdades de fe, que en esta vida son siempre misteriosas? De forma imperfecta, o si se prefiere, indirecta, haciendo ver la no contradicción entre la fe y las realidades que parecen negarla (q.8 a.2). Esta penetración se ordena a la certeza de la fe como fruto del Espíritu Santo (q.8 a.8; q.9 a.3).


FUENTE:
Suma de Teología II-II, por Luis Lago Alba O.P. nota


FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Suma de Teología II-II (a) Ed. BAC, Madrid, 1995 (1271)


CLAVES: Conocimiento > Luz divina en nosotros > Don de entendimiento