Bienes humanos > Según los neoclásicos > Premisa mayor del silogismo práctico
RESUMEN:
Los bienes humanos se insertan en la articulación del razonamiento moral como premisa mayor.
Los bienes humanos se insertan en la articulación del razonamiento moral como premisa mayor.
COMENTARIO:
Los bienes humanos se insertan en la articulación del razonamiento práctico como premisa mayor. Por ejemplo, ?(1) Quiero dormir. (2) Parece verosímil que en este Hotel puedo dormir bien. (3) A pesar del precio, me alojaré en él.?. La primera premisa es un principio práctico que formula un deseo no un impulso ciego, puesto que la razón lo preside cuyo objeto (descansar) se reconduce al modo fundamental del bien general de la vida (sana), en la que ciertamente se incluye el descansar. Cuando este principio de racionalidad práctica se une a la segunda premisa, que es un juicio de hecho sobre la adecuación del tratamiento para el fin deseado, se deriva la conclusión de la decisión de contratar una habitación en el hotel.
Pero la conclusión no sólo depende de la jerarquía de valores en mi proyecto vital, sino también del grado de fiabilidad que tenga para mí la segunda premisa: en este caso la eficacia del medio empleado. En definitiva, la primera premisa sólo constituye un principio del razonamiento práctico, un motivo para la acción, y, como tal, no es susceptible de determinar un modelo de acción determinada, universal o común para todos los hombres. Por lo tanto, estos principios no son reglas o normas que se apliquen, sino más bien orientaciones que pueden ser «ejemplificadas (más que aplicadas) en un número indefinido de principios prácticos más específicos» como el de la primera premisa donde manifiesto mi deseo de descansar. De esta manera los principios básicos no restringen la gama de posibilidades de realización humana, antes bien: sugieren nuevos horizontes de realización.
Los bienes humanos se insertan en la articulación del razonamiento práctico como premisa mayor. Por ejemplo, ?(1) Quiero dormir. (2) Parece verosímil que en este Hotel puedo dormir bien. (3) A pesar del precio, me alojaré en él.?. La primera premisa es un principio práctico que formula un deseo no un impulso ciego, puesto que la razón lo preside cuyo objeto (descansar) se reconduce al modo fundamental del bien general de la vida (sana), en la que ciertamente se incluye el descansar. Cuando este principio de racionalidad práctica se une a la segunda premisa, que es un juicio de hecho sobre la adecuación del tratamiento para el fin deseado, se deriva la conclusión de la decisión de contratar una habitación en el hotel.
Pero la conclusión no sólo depende de la jerarquía de valores en mi proyecto vital, sino también del grado de fiabilidad que tenga para mí la segunda premisa: en este caso la eficacia del medio empleado. En definitiva, la primera premisa sólo constituye un principio del razonamiento práctico, un motivo para la acción, y, como tal, no es susceptible de determinar un modelo de acción determinada, universal o común para todos los hombres. Por lo tanto, estos principios no son reglas o normas que se apliquen, sino más bien orientaciones que pueden ser «ejemplificadas (más que aplicadas) en un número indefinido de principios prácticos más específicos» como el de la primera premisa donde manifiesto mi deseo de descansar. De esta manera los principios básicos no restringen la gama de posibilidades de realización humana, antes bien: sugieren nuevos horizontes de realización.
FUENTE:
FINNIS, John: Natural Law and Natural Rights (Libro) , , Ed.Oxford University Press, 1996 Oxford, New York p. 102
FINNIS, John: Natural Law and Natural Rights (Libro) , , Ed.Oxford University Press, 1996 Oxford, New York p. 102
FUENTE AMPLIADA:
FINNIS, John: Natural Law and Natural Rights Ed. Oxford University Press, Oxford, New York, 1996 (1980)
FINNIS, John: Natural Law and Natural Rights Ed. Oxford University Press, Oxford, New York, 1996 (1980)
CLAVES: Bienes humanos > Según los neoclásicos > Premisa mayor del silogismo práctico
